A lo largo de nuestra vida no hemos parado de escuchar que hay que beber al menos 8 vasos de agua diarios. Y cuando eres anciano la cosa no cambia. Según afirman los expertos la cantidad adecuada de agua que se debe consumir a esta edad es exactamente la misma 1,7 litros, lo que equivaldría a esos 8 vasos que nos dicen.
Lo que sí es cierto es que según avanzamos en la línea de la vida, el riesgo a la deshidratación es más elevado. Y esto ¿por qué sucede? En Servita, como agencia experta en cuidado de mayores, te vamos a dar la respuesta.
Bien, hemos de partir de la base de que entre las personas mayores este tipo de problemas está muy extendido. principalmente se puede deber a la ingesta de ciertos medicamentos, a las restricciones de líquidos por parte de los médicos, problemas renales debido a que a ciertas edades los riñones ya no drenan los líquidos de la misma forma y les obliguen a visitar el servicio más frecuentemente o puede ser un efecto secundario derivado de otras enfermedades.
A medida que nos vamos haciendo mayores nuestra sensación de sed disminuye hasta el punto de poder parecernos que nunca tenemos ganas de beber agua. Pero a pesar de ser así es necesario no perder el hábito y tratar de mantener nuestros patrones de ingesta siempre activos.
Pero por si acaso, es importante estar pendientes de la posible aparición de alguno de los siguientes síntomas de la deshidratación.
Los cuidadores internos y externos de Servita han recopilado 5 claves para que, en caso de haber notado alguno de estos síntomas, podáis ponerle remedio al problema y prevenir la deshidratación.
Beber agua líquida no es la única forma de hidratar nuestro cuerpo, muchos alimentos se componen en su mayoría de este nutriente, muy presente por ejemplo en frutas y verduras. Por ejemplo las zanahorias o las judías verdes que contienen un 80% o la berenjena y la sandía con hasta un 90% de agua su composición.
El aumento del calor corporal puede multiplicar por 6 la necesidad de agua: por lo que estar expuesto a altas temperaturas y no saciar la sed puede provocar una deshidratación inevitable.
Como ya explicamos antes, la toma de ciertos medicamentos para patologías como la insuficiencia cardiaca o la hipertensión pueden generar deshidratación en el paciente. Desde la Federación Española del Corazón recomiendan que en los meses de mayor calor sería conveniente regular las tomas.
Por supuesto el mejor remedio y la mejor forma de evitar este problema es tomar más agua y beber más a menudo por las mañanas y las tardes, reduciendo las tomas en las horas de la noche que sólo provocarán incontinencia y desvelos nocturnos, afectando al final nuestro remedio al sueño y al descanso.
En Servita, contamos con diferentes tipología de cuidadores de mayores, tanto internos como externos que puedan ayudar a tus familiares más mayores en su día a día y a prevenir estos pequeños problemas de la vida cotidiana, como es el peligro a la deshidratación. Si lo deseas, puedes reserva una orientación personalizada para el cuidado de tus mayores y te ayudaremos a elegir la mejor solución.
Entre sus funciones también, acompañan a los mayores a sus visitas médicas lo cuál podrá ser de gran ayuda en caso de que los medicamentos u otras enfermedades estén relacionadas con este problema.
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