Cuando se avanza en edad, el cuidado de la salud requiere de una mayor atención y más control. Surgen problemas de distinto tipo, uno de los más comunes es la retención de líquidos en ancianos.
En estos casos el apoyo de una cuidadora interna especializada en el cuidado de personas mayores es una buena medida en estos casos. Cuando aparece la retención de líquidos en las personas mayores se requiere de una atención más especializada para ayudar y aliviar los síntomas y mejorar su bienestar.
Los síntomas de retención en los mayores son bastante evidentes porque aparecerá una inflamación en una o varias zonas del cuerpo. Vendrá acompañada de molestias y dolores en la zona.
¿Qué es la retención de líquidos?
Los edemas se identifican claramente porque las extremidades aumentan de volumen de manera desmesurada. Eso complica mucho los movimientos del mayor y su libertad además de las consiguientes molestias.
El que falla es el sistema linfático que juega un papel fundamental en la regulación de los fluidos corporales y la respuesta inmunitaria.
Además el edema suele ser un síntoma de que puede haber otras enfermedades no detectadas que son las causas reales de la hinchazón.
Básicamente un edema se provoca por la acumulación de líquidos en los tejidos corporales. Estos líquidos retenidos son los que provocan la dificultad de movimientos y el dolor por la presión sobre otros tejidos.
Retención de líquidos en ancianos: causas principales
Las posibles causas de la retención de líquidos son variadas. En algunos casos son debidas a otros problemas de salud aún no detectados.
Problemas de circulación sanguínea
En personas mayores, es común que el sistema circulatorio pierda eficiencia debido al envejecimiento natural.
Esto puede resultar en una circulación sanguínea deficiente, provocando la acumulación de líquidos en partes del cuerpo como piernas y manos.
Estas dificultades circulatorias son una de las razones más frecuentes por las que se desarrolla edema en la tercera edad.
Insuficiencia cardíaca
Cuando el corazón no bombea la sangre de manera efectiva, se puede acumular líquido en el cuerpo. Esto provocará hinchazón en manos, piernas, etc.
Esta acumulación es un intento del cuerpo de compensar la insuficiencia cardíaca.
Problemas renales
Los riñones juegan un papel fundamental en el filtrado y la eliminación de exceso de líquidos y toxinas del cuerpo.
Una función renal disminuida es habitual en la vejez, y puede llevar a una retención de líquidos.
Sedentarismo y falta de movimiento
Con la edad nuestra actividad física disminuye. Esto ralentiza la circulación sanguínea y contribuye a la aparición de edemas. De ahí la importancia de fomentar un estilo de vida activo y fomentar el ejercicio físico para mejorar la calidad de vida de los mayores.
Los cambios hormonales
Con la edad, ocurren cambios hormonales que afectan al cuerpo y su forma de procesar los líquidos provocando el edema en distintas partes del cuerpo.
Reacción a medicamentos
En ocasiones los edemas se producen como efectos secundarios por el consumo de algunos medicamentos. Si este es el caso lo recomendable es consultarlo con los médicos para poder ajustar o cambiar dicha medicación.
Enfermedades previas
Hay enfermedades que provocan de por sí la acumulación de líquido. Tal puede ser el caso de la artritis o la diabetes, por ejemplo. Una enfermedad venosa altera el retorno venoso normal y agudiza la gravedad del edema.
En estos casos lo ideal es consultar con los médicos para poner solución.
Cómo prevenir y reducir los edemas
Los edemas, o la retención de líquidos, pueden ser una preocupación seria para la salud en personas mayores. Es posible prevenir y mejorar esta condición mediante cambios en la alimentación y la actividad física.
Buena alimentación para reducir los edemas
Una dieta equilibrada juega un papel fundamental en la prevención y manejo del edema. Aquí algunas pautas importantes:
- Limitar el consumo de sal: reducir la sal en las comidas es esencial, ya que el sodio favorece la retención de líquidos.
- Evitar alimentos fritos y rebozados: este tipo de preparaciones suele contener altas cantidades de grasas y sal, que pueden exacerbar el edema.
- Hidratación adecuada: consumir al menos dos litros de agua diarios ya que una buena hidratación facilita la eliminación de líquidos retenidos.
- Incrementar el consumo de frutas: legumbres y verduras: alimentos ricos en fibra que favorece una buena eliminación de residuos y líquidos.
- Evitar alimentos con grasa o sal: prescindir de lácteos pues suelen tener alto contenido en grasas y sal.
Actividad física diaria
El sedentarismo puede tener un impacto negativo en la circulación y la función cardíaca, contribuyendo al edema.
- Realizar actividad física moderada: mantenerse activo con paseos, yoga o cualquier actividad que promueva el movimiento constante.
- Ejercicios sencillos al estar sentado: simular pedalear o mover los pies en un movimiento de punta a talón, y caminar de puntillas pueden ser muy útiles.
- Evitar largas horas sentado: cambiar de postura frecuentemente y evitar cruzar las piernas ayudará a mejorar la circulación.
- Masajes: realizar masajes o automasajes diarios para estimular la circulación sanguínea.
Con estos consejos es posible reducir los efectos de la retención de líquidos en ancianos y mejorar su movilidad adecuadamente.