Cómo evitar la deshidratación en ancianos

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La deshidratación en ancianos es un problema habitual en verano. Especialmente en ciudades grandes y zonas más calurosas. Los cuidadores internos para personas mayores deben prestar una especial atención a este peligro. Porque hay cosas que se pueden hacer para evitar la deshidratación en ancianos durante este verano.

Vamos a ver con detalle las prácticas más saludables y recomendables para evitar cualquier problema de deshidratación en ancianos en los meses de calor.

Conocer los riesgos de deshidratación en ancianos

La deshidratación en personas mayores es más común que en otro tipo de población. La razón es que con la edad disminuye la sensación de sed. Los cambios que los años provocan en el organismo afectan al agua corporal y aceleran la pérdida de agua a través de la transpiración.

Por eso el cuerpo se queda antes sin agua en situación de altas temperaturas y aumenta el riesgo de deshidratación. La edad es uno de los factores de riesgo para la deshidratación.

Es necesario fomentar el consumo suficiente de agua

Por eso lo principal es asegurarse de que las personas mayores adquieran el hábito saludable de beber abundante agua. Lo recomendable es llegar a una dosis mínima diaria de 2 litros o el equivalente de 8 vasos de agua diaria. Este es el consumo de agua recomendable para mantener niveles saludables de agua en el cuerpo.

Aun así si la cantidad es mayor mejor para el organismo. En cualquier caso es fundamental beber agua regularmente. Y en especial para las personas mayores y más aún durante los meses de más calor y exposición al sol.

¿Cómo identificar los síntomas de deshidratación leve?

Es importante que entiendas que la deshidratación puede ser un problema grave y derivar en problemas aún más graves de salud. Y en especial en personas mayores.

También es fundamental que comprendas que la deshidratación no ocurre de golpe. Suele ser un proceso prolongado que se va manifestando con síntomas leves. En el caso de que la situación se prolongue en el tiempo es cuando aparecen los síntomas más severos y problemas graves de salud.

Por eso lo fundamental es estar atento y observar los síntomas leves que claramente nos están indicando que no se está bebiendo el agua suficiente. Una vez detectados hay que tomar acción y solucionarlo antes de que sea más grave.

¿Cuáles son los síntomas leves de deshidratación?

Te dejamos una lista con algunos de los síntomas leves de deshidratación más habituales.

  • Boca seca o con una sensación pegajosa.
  • Sed habitual.
  • Orina de color oscuro y concentrada.
  • Debilidad o fatiga general.
  • Mareos y vértigos habituales.
  • Dolores de cabeza frecuentes.
  • Piel seca y de tono rojizo.
  • Ojos hundidos en las cuentas.
  • Menos cantidad de lágrimas al llorar.
  • Sensación de sequedad en la lengua.
  • Ritmo cardíaco acelerado.
  • Menos cantidad de orina.
  • Dificultad para mantener la concentración y la atención.
  • Garganta irritada.
  • Calambres musculares.

Es importante tener en cuenta que no tienen que darse todos los síntomas simultáneamente. Su aparición depende de cada persona y de la gravedad de la deshidratación.

En cualquier caso detectar cualquiera de ellos ya debe suponer que se active la voz de alarma y tomar remedio.

Incentivar alimentos ricos en agua

Muchas veces asociamos el consumo de agua con la ingesta del líquido exclusivamente. En realidad no es así. Nuestro organismo toma el agua de distintos alimentos.

Por eso es fundamental incentivar a los ancianos a comer alimentos ricos en agua. Estas pueden ser frutas y verduras. En especial alimentos como el melón, la sandía o la naranja. Muchos de ellos son frutas de temporada durante el verano y proporcionarán grandes dosis de agua al organismo.

Mantener una buena hidratación durante el calor

Para evitar la deshidratación de ancianos hay que prestar especial atención durante los días de calor. Esos días así como cuando llega una ola de calor y se decretan días de alerta amarilla o alerta roja por calor, hay que extremar las medidas de precaución.

No olvides que cada año muere mucha gente en el mundo por deshidratación. No es un problema menor.

La deshidratación en ancianos puede ser un problema de bastante gravedad. La correcta hidratación de las personas mayores es fundamental para asegurar su estado de salud.

Ayudar a los ancianos durante el verano

Hay que ayudarles y animarles a que tomen la cantidad de líquido necesario para que su cuerpo responda perfectamente a la situación de calor que vivirán ahora en verano.

Estar atentos a la aparición de ciertos síntomas como pueden ser los espasmos musculares, dolores de cabeza o fatiga generalizada son una buena manera de anticiparnos a los problemas.

La deshidratación en ancianos es un problema común que requiere especial atención en el cuidado de ancianos en Madrid.

Los cuidadores internos para personas mayores de una empresa de servicio doméstico en Madrid desempeñan un papel crucial en garantizar que los adultos mayores se mantengan adecuadamente hidratados para evitar complicaciones de salud.

La deshidratación puede ser especialmente peligrosa para los ancianos, ya que suelen tener un menor sentido de la sed, lo que dificulta que identifiquen la necesidad de beber.

Prevenir la deshidratación no es complicado si se está atento a las señales que el cuerpo nos manda constantemente.

Aportar soluciones y evitar que los ancianos tengan problemas de salud más graves por culpa de la deshidratación tampoco es difícil. Basta con que los acompañantes estén atentos a los síntomas e incentiven y acompañen en el consumo de líquidos y productos adecuados.

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