El cuidado de personas mayores requiere de una atención personalizada. Esto es especialmente importante en el caso de que el mayor presente problemas con su tensión arterial.
A medida que envejecemos es habitual que aparezca este tipo de problemas de salud. La tensión baja en ancianos es algo muy común. Conlleva una serie de riesgos y posibles complicaciones si no se trata adecuadamente.
Los vasos sanguíneos sufren cambios con la edad. Se vuelven menos elásticos y dificultan que la sangre fluya correctamente. Esto provoca que la tensión arterial pueda verse afectada.
La tensión baja en ancianos puede suponer un problema bastante grave si no se le pone remedio.
¿Qué es la tensión baja en ancianos o hipotensión?
La hipotensión o tensión baja en ancianos se da cuando la presión arterial es más baja de lo normal. Sobre todo si esta situación se da con frecuencia o es habitual.
Una presión arterial adecuada es fundamental para un buen estado de salud. Es un problema tanto si es alta como si es anormalmente baja.
Tener la tensión demasiado baja puede provocar situaciones muy peligrosas. Se darán situaciones que impiden que el mayor haga su vida con normalidad.
Esto es más habitual en personas mayores de 65 años. Debido a los cambios naturales en el cuerpo con la edad, pueden ser más susceptibles a sufrir de hipotensión arterial crónica.
Signos y síntomas de la tensión baja en ancianos
Para poder tratarla lo primero es aprender a detectar los signos y síntomas de la tensión baja en ancianos.
Sólo identificando con rapidez podremos poner remedio.
Podemos pensar que esto es lo que está ocurriendo si detectamos:
- Mareos y desmayos: uno de los signos más claros de hipotensión es la sensación de mareo. Se ve claramente al ponerse de pie o levantarse después de estar sentado o acostado. Este síntoma puede ser un indicador de hipotensión ortostática. Es una forma de tensión baja que aparece cuando nuestro organismo no puede ajustar la presión arterial rápidamente al cambiar de posición. Aunque se da en todas las edades es mucho más habitual y también más peligroso en los mayores.
- Visión borrosa: si el mayor te cuenta que tiene visión borrosa puede ser un síntoma claro de tensión baja en ancianos. Esto ocurre porque el cerebro no recibe suficiente sangre debido a la baja presión afectando temporalmente a la vista.
- La fatiga: si se da una sensación permanente de falta de energía, cansancio o apatía para hacer actividades de cualquier tipo puede ser una señal clara de una tensión arterial baja. El cuerpo no está recibiendo suficiente oxígeno y nutrientes y es lo que provoca el cansancio.
- Confusión: este síntoma se da en casos muy extremos de baja presión arterial. Sus consecuencias pueden ser muy graves. La tensión baja afecta a la función cerebral y provoca desorientación y confusión, algo muy peligroso.
Hay que decir que aunque estos signos y síntomas suelen ser alarmantes hay que mantener la calma. Lo ideal es preguntar al mayor si esto le ocurre con frecuencia. Si es así hay que acudir al médico de cabecera cuanto antes.
Si ocurre un episodio de este tipo hay que estar atentos al mayor para detectar nuevas situaciones.
Y por supuesto tomar medidas para elevar la presión arterial si es necesario. Y es lo que vamos a explicarte ahora.
Estrategias para elevar la tensión arterial en ancianos
Para subir la tensión arterial en ancianos hay que tener cierto cuidado y mucha observación.
Sobre todo hay que estar atentos a su medicación habitual por otras dolencias para detectar posibles incompatibilidades.
Veamos algunas de las estrategias que podemos tomar para elevar la tensión arterial en personas mayores.
Ajustar la medicación
Puede ser que el mayor ya esté tomando alguna medicación por otra dolencia. Como ya te explicamos esto podría ser la causa de la tensión baja.
Hay medicamentos que la provocan. Es importante seguir las recomendaciones médicas y si la tensión es baja de manera frecuente comunicarlo.
En estos casos el médico puede ajustar la medicación para ayudar a que el problema se mitigue.
Medicamentos como los antidepresivos, analgésicos y ansiolíticos, pueden causar una disminución de la tensión arterial como efecto secundario. Este es un factor de riesgo muy peligroso que hay que controlar y evitar.
Aumentar el consumo de sal
Una manera rápida de subir la tensión es la sal. Sus propiedades la hacen perfecta para subir la tensión de manera rápida y efectiva. Pero obviamente no es una solución que deba ser definitiva.
Sirve para subir la tensión baja en ancianos en un momento de especial necesidad.
A veces un ligero aumento de la dosis de sal en las comidas es suficiente. Pero se recomienda estar atentos a la evolución del mayor en todo momento. Lo recomendable es que esta variación de la dieta cuente con supervisión médica.
Mantener la hidratación
Algo que la mayoría de la gente desconoce y apenas da importancia es que el agua aumenta la tensión.
Y lo bueno es que lo hace de manera natural y sin complicaciones. La deshidratación es una de las causas de la tensión baja.
Hay que asegurar que el mayor bebe 2 litros de agua al día. También hay que evitar el consumo de alcohol es el paso necesario para mantener la tensión en buen nivel.
Las medias de compresión
Las medias de compresión ayudan a prevenir la acumulación de sangre en las piernas. Y esto, claro está, mejora la tensión arterial general.
Estas medias son muy útiles para personas con hipotensión ortostática. También suelen ser pautadas después de algunas operaciones de manera temporal para evitar la formación de trombos.
Aun así es recomendable que sea el médico quien evalúe y recete estas medias sin son necesarias.
Cuidar la alimentación
Ya hemos hablado de la opción de añadir sal a la dieta y de la buena hidratación. Pero además podemos utilizar la alimentación para ayudar a evitar caídas bruscas de la tensión arterial del mayor.
Hay que evitar comidas muy pesadas que puedan desviar mucha sangre al sistema digestivo, esto provocaría hipotensión.
La actividad física con regularidad
La actividad física regular es una de las mejores medidas para subir la tensión en ancianos.
Eso sí, hay que hacerlo con moderación y adecuando a la situación física del mayor. Evita ejercicios de alta intensidad que podrían provocar mareos o desmayos.
Ayuda a mantener la presión arterial estable y en niveles adecuados.
La hipotensión ortostática
Ya te hemos explicado que la hipotensión ortostática es un tipo específico de tensión baja. Ocurre al ponerse de pie después de estar sentado o acostado.
Es más común en personas mayores y puede ser especialmente peligrosa porque aumenta el riesgo de caídas.
La solución para estos episodios de mareos súbitos es ayudar a que el mayor se levante siempre progresivamente.
Esto se consigue con algún estiramiento antes de levantarse. Hay que permitir que el cuerpo se adapte a la nueva posición con lentitud.
La importancia de la vida saludable para bajar la tensión
Mantener un estilo de vida saludable es fundamental para prevenir y controlar la tensión baja en ancianos.
Estos hábitos incluyen la actividad física ya mencionada y una dieta rica en verduras, frutas y proteínas.
Es la mejor ayuda para mantener una buena salud cardiovascular. Esto permitirá bajar la tensión general.
Controlar el estrés y las emociones
Las emociones muy fuertes como el estrés, la ansiedad o la tristeza pueden afectar la tensión arterial. Y en el caso de los mayores esto es más habitual de lo que nos gustaría.
Si hay conflictos familiares, estrés por ciertas situaciones y similares hay que dar herramientas. Se trata de que el mayor se vea afectado lo menos posible.
En ocasiones y ante problemas graves puede ser recomendable mantenerlo aislado lo máximo posible.
También practicar meditación, yoga suave o respiración profunda ayudan a crear un ambiente tranquilo.
Esperamos que nuestras recomendaciones para la tensión de los mayores te sirvan de ayuda.
Si los sigues podrás ayudar a mantenerla en niveles recomendables y elevar la tensión arterial cuando sea necesario.