Cuando hablamos del cuidado de mayores el aspecto emocional es fundamental. Desgraciadamente, a medida que se avanza en edad, la soledad aumenta.
La reducción de la movilidad y la libertad para salir a la calle hace que los mayores se sientan solos. Cuando en el domicilio hay cuidadoras internas, la sensación de soledad disminuye considerablemente.
¿Pero qué ocurre cuando la persona mayor vive sola? Aunque la persona reciba la compañía de cuidadoras externas, esta suele durar solo unas horas. En estos casos una mascota puede ser una gran ayuda.
Los beneficios que aportan las mascotas a las personas mayores son múltiples y están respaldados por estudios científicos y diversas pruebas. Ayuda a que se sientan acompañados, mejorando su bienestar emocional y su propia salud física.
Los beneficios de tener mascotas para personas mayores
Los beneficios de tener mascotas para personas mayores son muchos y están apoyados en muchos estudios científicos y pruebas que se han realizado.
En general, la presencia de animales de compañía ayuda a fomentar una buena salud mental. Además, las mascotas y sobre todo los perros, contribuyen a establecer una rutina diaria en el mayor que permite llevar un envejecimiento activo.
Muchos estudios han demostrado que pasar tiempo con una mascota ayuda a liberar endorfinas. Son las llamadas “hormonas de la felicidad” y permiten reducir el estrés y la ansiedad.
Entre los efectos positivos más evidentes, además de los afectivos, hay que destacar los físicos. La conexión emocional con una mascota mejora la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico.
Las mascotas son sinónimo de actividad física
Tener una mascota siempre implica una cierta actividad física en la vida diaria. Esto ocurre también para las personas mayores. Incluso aunque se trate de una persona con poca movilidad y de un perro pequeño siempre lleva asociada un mínimo de actividad física.
Los pequeños paseos con el perro o mascota, darles de comer, limpiarlos o simplemente tenerlos cerca y acariciarlos ya ayuda mucho. Sirve para mejorar la condición física del mayor gracias a la actividad física que supone.
Fomenta un estilo de vida activo que se refleja en la salud mental de la persona que lo cuida. Por algo se dice que el perro es el mejor amigo del hombre.
Reducir el estrés y mejorar la salud mental es uno de los grandes beneficios de tener una mascota en casa.
Razas de perro adecuadas para personas mayores
No hay estudios conclusivos sobre la raza de perro adecuada para acompañar a un mayor. Depende mucho de las capacidades de la persona en concreto.
Hay que pensar que si la persona tiene problemas de movilidad un perro grande puede suponer un reto mucho mayor. Será más complicado para él sacarlo de casa o controlarlo en los paseos, por ejemplo.
En cambio un perro pequeño puede ser más activo y ruidoso si no tiene el entrenamiento adecuado para estar con un mayor.
Entre las razas de perro más habituales se puede destacar el bichón frisé. Es fácil de entrenar y muy sociable y cariñoso, ideal para estar con personas de edad avanzada.
De hecho, esta y otras razas de perros pequeños se utilizan en distintas terapias de acompañamiento. Son frecuentes en el acompañamiento de niños con problemas e incluso personas con autismo, por citar algunos ejemplos.
Mejora la salud física y mental
El impacto de una mascota en la salud física de las personas mayores es más que evidente. A la compañía se une una mínima actividad física que lleva acompañada.
Un simple juego diario con la mascota o un suave paseo aunque sea en el domicilio ya supone un avance. Permite aumentar la actividad física y mejorar la resistencia y la movilidad.
Interactuar con los animales de compañía sirve para prevenir problemas de salud al fortalecer su sistema inmunológico y reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades.
El vínculo que se establece entre la persona mayor y su mascota va mucho más allá que una simple compañía. Se convierte en un apoyo emocional que mejora su salud física pero también la mental y la emocional.
Otros beneficios de tener mascotas para personas mayores son la mejora en la calidad de vida de los ancianos, al reducir el estrés y la presión arterial.
En definitiva, una compañía constante que evita que el mayor se sienta solo, pero que, además, fomenta la actividad en el mayor y un estilo de vida activo, necesarios para combatir los efectos del envejecimiento.
