Casi todos los mayores prefieren vivir en su casa. Sea cual sea su condición física e incluso presentando problemas de movilidad. De ahí la importancia de un buen cuidado de personas mayores a domicilio y de acondicionar la vivienda a su situación.
Adaptar una casa para una persona mayor es esencial para asegurar que se sienta cómodo y sobre todo seguro.
A medida que envejecemos nuestra movilidad se va reduciendo y nuestras necesidades cambian. En edades avanzadas, sobre todo si se presenta una reducción de la movilidad, adaptar el hogar a esta nueva situación es fundamental.
Esto garantiza una buena calidad de vida independiente en su propio hogar y su entorno social y vecinal habitual. Una vivienda segura y adaptada facilita el trabajo de las cuidadoras internas en el caso de que el mayor disfrute de un servicio de SAD de ayuda a domicilio.
Vamos a analizar los pasos a dar para cambiar el hogar y convertirlo en un espacio seguro y accesible para el mayor. Veremos los puntos más importantes de adaptar para aumentar su seguridad y libertad de movimientos.
Evaluación inicial del hogar
Para hacer una buena adaptación de la vivienda lo primero es comenzar con una evaluación inicial del hogar.
Esto permite identificar las áreas de riesgo y los puntos de peligro sobre los que habrá que actuar y realizar cambios.
Se trata de analizar todas las estancias de la casa. Detectar alfombras sueltas, cables eléctricos que representen un peligro y muebles mal ubicados o inestables. El objetivo es hacer un listado de cosas a cambiar para evitar accidentes y corregirlos adecuadamente.
En general hay que revisar y detectar cualquier objeto que pueda ser un obstáculo y representar un peligro para su movilidad.
Para hacer una evaluación exhaustiva es recomendable contar con especialistas que puedan ayudar tanto a detectar los peligros como a solucionarlos.
Mejorar los accesos a la vivienda
El primer punto a revisar y mejorar son los accesos a la vivienda. Es un factor clave que permitirá dar al mayor una libertad de movimientos para salir y entrar libremente en su vivienda.
Los ascensores
Obviamente en los bloques de viviendas comunitarias uno de los puntos de acceso fundamentales es la instalación de ascensores o similares. Esto hay que solicitarlo a la comunidad de propietarios que debe actuar en consecuencia cumpliendo lo que estipula la legislación actual.
Rampas de acceso
Todas las entradas a la vivienda deben ser accesibles y la eliminación de barreras como escalones es fundamental. Allí donde sea posible hay que instalar rampas de acceso con una pendiente lo más suave posible. Es una actuación sencilla incluso en viviendas comunitarias que facilitan el acceso.
Puertas anchas y pasillos despejados
La movilidad del mayor en la casa debe ser lo más amplia posible. Hay que dejar todos los pasillos despejados y en la medida de lo posible aumentar el ancho de las puertas. Esto es una necesidad si el mayor utiliza silla de ruedas, bastones o andadores.
Adaptar el baño
El baño es otra de las zonas de la casa que presenta mayores inseguridades y riesgos. Adaptar el baño es una de las primeras medidas a adoptar. Entre las principales reformas que deben implantarse en esta estancia hay que destacar:
Instalar barras de apoyo
Tanto en la ducha como cerca del lavabo e inodoro hay que instalar barras de apoyo a una altura adecuada. Estas sirven de ayuda en la movilidad del mayor y contribuyen a eliminar miedos que suelen limitar su aseo personal. Dan seguridad tanto al mayor como al cuidador.
Bañeras accesibles o asientos en la ducha
Sustituir una bañera por un plato de ducha y la colocación de asientos de ducha ayuda mucho en la higiene diaria. Hay que asegurarse de que el acceso a la ducha sea completo tanto para el mayor como para sus asistentes. Esto ayudará al mayor a sentarse y levantarse cómodamente sin ningún tipo de riesgo y se podrá hacer un aseo más completo y tranquilo.
Adaptar el suelo
Uno de los puntos que suele descuidarse es el suelo de la ducha y del baño en general. Hay que tomar las medidas necesarias para evitar caídas por un resbalón. Colocar alfombrillas antideslizantes o suelos especiales tanto fuera como dentro de la ducha es lo más recomendable.
Revisar la cocina
La cocina es otra de esas zonas del hogar donde se presentan mayores peligros. Incluso aunque el mayor tenga personal que prepare la comida, debe tener libertad de movimientos en la cocina. Puede entrar y salir con libertad de ella y acceder a todos los electrodomésticos.
Todo organizado y disponible
Una de las pautas a seguir es que todo esté a una altura adecuada, bien organizado y accesible para el mayor. Se trata de evitar estiramientos, movimientos forzados para alcanzar algún alimento o utensilio y por supuesto evitar el riesgo de caídas. Hará falta colocar muebles bajos y estanterías a distintas alturas.
Electrodomésticos seguros
Hay que preocuparse de comprobar que todos los electrodomésticos sean seguros y fáciles de controlar. Así evitaremos quemaduras y problemas eléctricos. Por ejemplo, con la instalación de cocinas que se apaguen automáticamente si no hay alimentos sobre ellas. Esto permitirá cocinar de forma segura.
Una buena iluminación
Aunque esto es importante en todo el hogar, la iluminación es más importante si cabe en la cocina. Una cocina insuficientemente iluminada puede dificultar mucho los movimientos y adelantarse a los posibles riesgos.
La adaptación del dormitorio
El dormitorio es un punto fundamental que el mayor va a utilizar durante mucho tiempo. Por eso hay que hacer cambios para que sea una estancia segura.
Una cama accesible
La cama debe estar a una altura adecuada para facilitar la entrada y la salida. Esto se puede conseguir con una cama ajustable que permita cambiar la posición y disfrutar de una mayor comodidad.
Comunicación y controles accesibles
Un punto importante es que el mayor pueda controlar adecuadamente las luces sin ningún esfuerzo. También debe estar bien comunicado en cualquier momento por si se presenta una situación de urgencia. Para ello es bueno utilizar teléfonos inalámbricos que estén cerca de la cama.
Igualmente instalar interruptores de control de las luces al lado del cabecero de la cama evitará movimientos al mayor.
El resto de la casa
El resto de las estancias del hogar como salones, salas de estar o jardines deben adaptarse adecuadamente. Para ello hay que prestar especial atención al mobiliario, los suelos y los escalones de acceso entre las distintas estancias. Así se evitará cualquier tipo de caída eliminando los obstáculos y una buena iluminación en todas las estancias.
Adaptar el hogar de las personas mayores facilita su vida diaria acondicionando el hogar a sus necesidades concretas actuales y futuras.